En el panteón de películas de Marvel, también conocido como el MCU o Universo Cinematográfico de Marvel, la película “Eternals” existe en un lugar intermedio, justo en donde lo bueno se separa de lo malo cuando se habla de este interminable catálogo que en su cuarta fase continúa expandiendo su división cósmica.
Por más de una década, la fórmula de Marvel Studios ha sido probada película tras película, éxito tras éxito, pero es ahora que la franquicia más taquillera en la historia ha decidido tomar un desvío, apostando a una profundidad y exploración de temas que han estado ausentes de este paquete de entretenimiento hasta el momento. Con el reclutamiento de Chloé Zhao antes de ser laureada con dos premios Oscar por “Nomadland”, el MCU prometía una madurez que a su contraparte, DC Cómics, también le ha traído resultados mixtos. Con Zhao al mando y el elenco más diverso en una película de Marvel hasta la fecha, ¿qué podría salir mal?
Con “Eternals”, queda evidenciado que Zhao está fuera de su elemento en una marca que siempre favorecerá el entretenimiento inofensivo sobre el estudio de personajes que viene con el toque de la aclamada directora. El experimento resulta más frustrante que esperanzador para el futuro de este tipo de autores en el MCU, en especial cuando el guion no parece encontrar tiempo suficiente para los diez nuevos héroes que intenta introducir esta película. “Eternals” tampoco encuentra espacio para las sensibilidades de Zhao, quien tiene cero interés en adoptar la fórmula familiar del cine de superhéroes, haciendo que la película permanezca en un limbo creativo en sus dos horas y media de duración y que sue secuencias de acción estén necesitadas de inspiración.
El primer blockbuster de la directora de “Nomadland” está confeccionado para complacer a una audiencia menos exigente, aún cuando coquetea con una profundidad que nunca alcanza. Desde su primera secuencia, “Eternals” entabla un malabarismo de temas que solo está dispuesta a explorar de manera superficial. Los semidioses titulares, desde su llegada a la Tierra con el propósito de proteger a la humanidad con poca o ninguna intervención en sus conflictos, constantemente introducen ideas, que, mejor exploradas habrían resultado en una película con mayores méritos. Es esta misma llegada de los héroes originales en el año 5,000 antes de Cristo que deja al descubierto uno de los mayores problemas de esta película: una inexplicable sobrecarga de personajes e ideas para apenas 150 minutos.

Salma Hayek es Ajak, líder del grupo y única que puede entablar comunicación directa con su creador, un celestial llamado Arishem. Ajak tiene el poder de curar cualquier herida, mientras que Ikaris (Richard Madden) puede volar, disparar rayos láser de sus ojos y posee una fuerza extraordinaria. Se trata de lo más cerca que Marvel ha estado de copiar al Hombre de Acero, una similitud que Zhao no titubea en señalar como parte del inventario de humor de esta película.
El resto del equipo incluye a Thena (Angelina Jolie), una destacada guerrera; Gilgamesh (Don Lee), su fiel compañero; Phastos (Bryan Tyree Henry), un ser capaz de crear cualquier cosa con sus manos; Makkari (Lauren Ridloff), cuya habilidad es la velocidad sobrehumana; Sprite (Lia McHugh), una adolescente que puede crear ilusiones; Kingo, una estrella de Bollywood que dispara energía de sus puños; Druig (Barry Keoghan), por su parte, puede controlar las mentes de humanos, mientras que Sersi (Gemma Chan) puede transformar la materia. Esta última ha pasado la mejor parte de 7,000 años junto a Ikaris, el más poderoso de todos. Su relación amorosa es uno de los puntos de enfoque de la película.
Tras varios siglos de inacción en la Tierra y siguiendo con alguna excepción la regla de no intervenir en conflictos de la humanidad, los Eternals deben volver a enfrentarse a su principal amenaza, unas criaturas despiadadas llamadas Deviants. Estos monstruos de cuatro patas son la razón por la cual fueron enviados a la Tierra en primer lugar. Gran parte de esta película está dedicada a reunir al equipo, que por siglos ha estado separado por diferencias creativas sobre cómo relacionarse con la humanidad. Sus posturas individuales se exploran fugazmente, pero el guion nunca tiene espacio o tiempo suficiente para ellos fuera del colectivo. En su lugar, la película crea la ilusión de una madurez que pudo haber elevado esta propuesta a los estándares de la propia Chloé Zhao. Sin embargo, esto habría requerido que esta cinta familiar se despojara de casi todo lo que la hace una película promedio de Disney.
Debajo de toda esta ilusión de una historia compleja se pueden identificar fácilmente aquellos elementos que hemos aprendido a esperar de una película de Marvel: humor, acción, un tercer acto repleto de CGI y dos escenas durante los créditos que tendrá a los fanáticos especulando mientras abandonan la sala de cine. Al final del día, será esta combinación, su conexión con el resto del MCU y su enorme elenco lo que catapulte a “Eternals” a la cima de la taquilla por las próximas semanas.

En cuanto a la dirección de Zhao, se pueden identificar rastros de su estilo en algunos de los visuales más llamativos que se hayan visto en una película de Marvel, en especial el monumental diseño de los Celestials, los famosos seres cósmicos de los cómics que llegan oficialmente al MCU. También hay breves momentos de meditación sobre temas como la fé y el libre albedrío que se quedan en el tintero o son descartados para introducir otras ideas, unas más interesantes que otras, pero casi todas carentes de un análisis serio. En ocasiones, la cinta incluso parece sugerir que fueron estos seres inmortales los responsables de todos o la mayoría de los avances tecnológicos en la Tierra, culminando con un problemático visual de un Eternal adjudicándose culpa en medio de una de las tragedias más significativas en la historia reciente.
Con esta supresión de logros acreditados originalmente a la humanidad, resulta contradictorio que la película dedique parte de su larga duración a un argumento a favor de interceder por ella. Tampoco ayuda que en la conversación estén totalmente ausentes los mismos humanos que encabezan este debate entre semidioses.
Entre la confusión de ideas emergen elementos que son dignos de celebrar, como la inclusión de Ridloff, una actriz sorda que en su poco tiempo en pantalla logra dejar una buena impresión. Su actuación es totalmente física y dependiente de su lenguaje corporal y habilidad para reaccionar, dos departamentos en los que sobresale. La cinta de Marvel también presenta el primer beso entre dos personas del mismo sexo en una película de superhéroes. Aún en su naturaleza efímera, la escena es un paso en la dirección correcta.
El estreno de “Eternals” en las salas de cine de Puerto Rico está programado para el jueves, 4 de noviembre.
